La inocente su amor entregó.
Tras la insistencia, el joven Nerón,
aceptó
Roma, aceptó el calor.
Y juntos felices quedaron,
hasta que al final, lo estropearon.
Antes de marcharse, lo partió.
Y cuando le quebró el corazón
haciendo
acopio de sus fuerzas,
ella le susurró con fervor
Que por su falsedad en el pasado,
cayera la maldición en su frente.
Lo que
amara sin razón aparente
Fuera por completo consumado
En seis meses desde el presente.
El pobre niño sollozó,
por no arriesgar su amor
Destrozó su corazón
Y continuando con premura
amándola sin mesura
Siguió su vida sin cordura
Cuando el sexto año se cumplió.
contra su voluntad la arrinconó
Y dejando de llorar, volvió a pensar,
con algo más de claridad.
Sin aviso volvió,
Cupido
a disparar.
Y el corazón de su amor,
en
cenizas se tornó.
El pobre lloró con amargura,
Su corazón nunca amaría,
Porque
Ella las destrozaría.
Anhelante
moriría.
Sólo, en la sepultura
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